miércoles, 22 de octubre de 2014

Crítica: 'Perdida'

Capitán Wayne

El hombre incapaz de hacer un mal plano está de vuelta. David Fincher se aficiona a adaptar novelas y cada vez le coge mejor el puntito. Si no has visto aún 'Perdida' lee solamente hasta aquí y huye, que no tengo ganas de recibir insultos, eso sí, no dudes en ir al cine a verla y pasarte después, fiera.


Contiene SPOILERS a mansalva

Antes que nada dejo bien claro que he leído la novela de Gillian Flynn —guionista también aquí— y que voy a soltar spoilers a tutiplén, porque sino, es complicado hablar de la película y poder compararla un poco con el libro en el que se basa.

Ya desde el principio predomina la sensación de que algo raro pasa, toda la culpa es de Fincher, ya que con su puesta en escena consigue ponernos con la mosca detrás de la oreja y esto aún no ha hecho más que empezar. Estos primeros minutos son fríos (en la línea del director), confusos, y con un dúo de protagonistas que sabemos que nos mienten, pero no cuanto. En un cuarto de hora Fincher nos tiene comiendo de su mano gracias a su habitual atmósfera perturbadora, sentido del ritmo y una trama que es una bomba explotando cada dos por tres en nuestra cara. 

Y empezamos sin anestesia ni nada con el tira y afloja de Fincher con el espectador, si entras al trapo te lo vas a pasar de lujo, sino, te puede parecer un culebrón colombiano, aunque esto último es poco probable. Amy (Rosamund Pike) te vende su relación con Nick (Ben Affleck) en plan rollo adolescente moña con frases cursis, tú picas y te cagas en lo más grande, piensas: “¿Fincher en un drama romántico baratucho? Vamos no me jodas.” Inmediatamente después, el director te va dando tortas en la cara para que despiertes por haber pensado eso y no seas tan estúpido de creer que esto iba a ser tan simple. Te toma por tonto y después te va dando caramelitos para que no te mosquees por quedarse contigo durante un rato. Hay que tener en cuenta que las partes del diario son precisamente eso, un diario personal en el que Amy intenta ganarse el favor de la policía (del público también) y hundir a su marido, es decir, cuela mentiras a base de bien, que se van desengranando a medida que avanza la trama y vamos descubriendo quien es quien. Una historia macabra, convertida en juego. Un duelo entre mujer y marido.

Tolay


Yo dividiría la película en tres grandes bloques; la desaparición de Amy, Amy vive y el regreso de la puta loca de Amy, así que vamos por partes. En el primer bloque conocemos a la pareja protagonista (como se conocen, matrimonio, posterior caída libre de la pareja como ya todos sabéis, bla bla bla), descubrimos la extraña desaparición de la "Asombrosa Amy" y como su marido poco a poco se convierte en el principal sospechoso. En parte por las argucias de su querida esposa, y en parte también por su extraña y fría personalidad, sólo hay que ver la cara del pipiolo en la foto de arriba horas después de desaparecer su mujer. Muy grande. Es aquí donde hay un primer punto diferencial que me molesta, en el libro Nick es un tipo bastante más mentiroso, ambiguo y con verdaderos problemas para controlar su agresividad, el guion de la misma Flynn en cambio, nos lo describe como un bonachón tirando a gilipollas, te puede llegar a caer mal, pero casi que en ningún momento parece un asesino. Deberían haber potenciado estos aspectos del personaje de Affleck, ya que ésto conlleva a que el primer gran giro de 'Perdida' con Pike vivita y coleando en su coche de segunda mano pierda fuerza.

En el trabajo de los actores es donde encuentro más sorpresas tal como me pasó hace poco con 'La Isla Mínima'. Ben Affleck siempre me ha parecido un actor correcto, sin alardes, un poco insecto palo, y eso aquí le viene que ni pintado para el papel, mezcla esa rigidez que tan bien le viene al personaje delante de las cámaras y policías con una mayor naturalidad junto a su hermana en la ficción fácil de percibir, completando un formidable trabajo en el reencuentro con Amy. Bueno, y que decir de ella, el trabajo de Rosamund Pike es potente cual pecho prominente, a esta mujer no la había visto en ningún papel y se presenta ante mi con una actuación retorcida, lunática perdida y también como una "persona normal" al principio, todo en uno. El personaje que forja consigue que vaya a pensarme más aún si cabe el emparientarme con una perica.

Detrás de la omnipresencia de la pareja protagonista y sus líos hay cabida para detalles importantes que destacar como es el trabajo de los secundarios, que aportan lo que no está en los escritos. Carrie Coon como Go Dunne desprende una chispa que en cualquier momento puede empezar a arder, es un complemento perfecto para la trama y su torpe hermano. Tyler Perry deja de hacer películas un tanto lamentables e interpreta a un abogado artista sin escrúpulos, no se parece en lo más mínimo a como me lo había imaginado, pero sin duda, como con el resto del reparto (incluyendo la insólita pareja de policías) es un acierto. Y otra sorpresa grande, tanto como los giros de guion, es ver a Neil Patrick Harris como el supuesto pardillo de turno y creérmelo, aunque eso sí, hay algunos detalles en su actuación en los que no puedo evitar pensar: "Mierda, es el puto Barney". La descripción que hace Flynn en la novela del personaje de Andie: "...pechos absurdamente enormes...", me hizo entender la chocante elección de Emily Ratajkowski para el papel. Tema fundamental también en el que hace hincapié Fincher es en el poder de los medios de comunicación; en como pueden hundir a cualquier persona pidiendo la cabeza de presuntos inocentes y la falta de escrúpulos (y de vergüenza) de profesionales en la materia como demuestra la penosa aparición final de Ellen Abbott. Buen toque de atención.

Mujeres de armas tomar
Pues vamos con el segundo bloque donde también veo diferencias mejorables (siempre en comparación con la novela, quien no la haya leído no se percatará como es normal de las disparidades que comento). Una vez aparece Desi Collings, hay un par de decisiones que no me convencen del todo: primero es su personalidad, aunque se deja ver que es un "chalao", lo habría definido más aún por este lado y no tanto como un pringado, ésto vuelve a tener consecuencias tal como comentaba antes también, en otro golpe de efecto del guion. Cuando Amy acude a Desi y la lleva a su casa, la ironía que se desprende en el libro en este capítulo aquí no la vemos prácticamente, porque Collings no parece una amenaza para la majareta de Amy y todo se resuelve un tanto precipitado. Aunque para compensar esta parte, Fincher nos regala una de las escenas más potentes del año.

Los impactos que en el libro te dejan "alelao" aquí no se cuecen tan a fuego lento como es normal, es una adaptación y todo no cabe, pero al menos Flynn con el guion es tan fiel con su novela como lo es un perro con su dueño, es de valorar. Con este material, David Fincher hace auténticas virguerías, narra la historia como un tiro mientras te bombardea constantemente con información que cuando la tienes toda y sabes de donde viene, es un placer ver el juego que han montado ambos para nosotros. En las dos horas y media que dura la película el manejo de los tiempos por parte del director es preciso como sus planos en los créditos iniciales, mantiene un control absoluto sobre la puesta en escena enfermizo, en el que cada plano cuenta. La banda sonora que acompaña a las imágenes de Trent Reznor y Atticus Ross es rara de cojones, por lo que ayuda más aún a crear esa atmósfera en la que te sientes descolocado en todo momento. Y para acabar con estos aspectos, decir que es una auténtica gozada ver como Fincher hace uso de los enfoques, un verdadero mago.


He matado por ti, ¿quién más haría eso?
Amy Dunne

En el bloque final es donde todo funciona a las mil maravillas, el regreso de Amy es un espectáculo sólo por ver la cara de Ben Affleck conteniéndose de querer matar a su pobre mujer ensangrentada delante de todo el mundo. Todo este tramo consigue transmitir la extraña situación que suponen los acontecimientos, parece que todo puede volar en mil pedazos (como en el enfrentamiento crudísimo entre la pareja) pero no, la mejor sorpresa está reservada para el final y ésta si que consigue lo que se propone con creces. El desenlace mosquea, desasosiega, todo lo que se te pueda ocurrir, pero ante todo es perfecto, consigue dejarte un mal cuerpo de cojones y sin tan siquiera tener que acabar con la cabeza de la rubia dentro de una caja. Una pena que ésto no suceda.

'Perdida' es la leche condensada. "Crema".




























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